Butifarra de huevo para dar la bienvenida al Carnaval

Butifarra de huevo para dar la bienvenida al Carnaval

La butifarra d’ou o butifarra de huevo es el producto típico del Jueves Lardero, también conocido como el Día de la Tortilla. El Jueves Lardero es una de aquellas celebraciones móviles ligadas a la Semana Santa. Y como ya hemos explicado en otras ocasiones, las celebraciones en Cataluña siempre estan ...

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Butifarra de huevo para dar la bienvenida al Carnaval

La butifarra d’ou o butifarra de huevo es el producto típico del Jueves Lardero, también conocido como el Día de la Tortilla.

El Jueves Lardero es una de aquellas celebraciones móviles ligadas a la Semana Santa. Y como ya hemos explicado en otras ocasiones, las celebraciones en Cataluña siempre estan relacionadas con alguna comida típica. Y en este caso, con la butifarra de huevo.

El Jueves Lardero marca el inicia de la última semana antes de Cuaresma, que empieza el Miércoles de Ceniza, aunque muchas personas consideran que ese día representa, en realidad, el punto final del Carnaval, celebrándose otra curiosa tradición, la del entierro de la sardina.

Sea como sea, lo que es evidente es que el Jueves Lardero es el inicio de una semana en que hay que aprovechar al máximo los placeres de la vida antes de entrar en los días de ayuno y asueto que representa, o representaba, la Cuaresma.

¿Y qué mejor placer que el comer, verdad?

La Cuaresma, que son los 40 días anteriores al Domingo de Ramos y que recuerdan los que Jesús pasó en el desierto antes de volver a Jerusalén para celebrar la Pascua, son los días en que la Iglesia Católica establecía la obligación de hacer ayuno y dejar de comer buena parte de los productos calóricos que se habían consumido durante el invierno. Entre ellos, el cerdo y los huevos.

Por lo tanto, las semanas anteriores terminaban con unos cuantos días de exceso en los cuales una de las protagonistas era, y es, la butifarra de huevo.

Con forma de herradura y con un color amarillento que le proporciona su ingrediente más original, el huevo, la butifarra está hecha de una forma parecida a las butifarras blancas que se consumen habitualmente en Cataluña.

Se utiliza carne magra de cerdo, principalmente de la espalda, que es más melosa, y se le añade un poco de papada o de panceta para que tenga un poquito más de grasa. Para ligarlo todo, se mezcla con un huevo y después de hacer la butifarra, se pone a hervir unos 45 minutos. Y ya está. Es un proceso muy sencillo que acaba cuando llegamos a casa y nos la comemos con un buen trozo de pan con tomate y aceite y cortada a trocitos no demasiado finos.

¿No se os hace la boca agua?

Según cuentan, la butifarra de huevo surge, como tantos otros platos típicos de nuestra gastronomía, del aprovechamiento.

En este caso, y teniendo en cuenta que la matanza del cerdo se solía hacer en las masías hacia los alrededores de San Martín, en noviembre, es fácil pensar que en esta época del año, ya quedaba poca carne fresca en las despensas.

Por eso, mezclando los trozos de carne que aún quedasen con el huevo se conseguía alargar las provisiones. Y es que a un kilo de carne se le añadía un kilo de huevo y, por lo tanto, las butifarras conseguían doblar la cantidad de comida disponible.

Además, no debemos olvidar que precisamente el cerdo y los huevos estaban entre los productos más prohibidos durante la Cuaresma. Es decir, que lo que no se pudiese consumir en estos últimos días de permisividad, se habría ya estropeado pasada la Semana Santa.

Con la prohibición del Carnaval en tiempos de la dictadura, el consumo de butifarra de huevo bajó a mínimos, pero poco a poco se ha ido recuperando y, aunque la podemos encontrar durante todo el año en las charcuterías, en estas fechas es la protagonista indiscutible de la mesa del Jueves Lardero, junto con la tortilla y la coca de chicharrones, que nosotros aquí llamamos la coca de llardons.

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