En estos días en que todos miramos con admiración a los médicos, enfermer@s y personal sanitario, nos acercamos al hospital de la Santa Creu, el hospital medieval de Barcelona. Vienes?

Modernizando la sanidad

A principios del siglos XIV los hospitales de Barcelona se encontraban en una situación muy precaria. Las sucesivas epidemias de peste que azotaron la población durante ese siglo provocó que hacia 1370, las autoridades municipales decidieran remodelar el principal hospital de la ciudad, el hospital de Desvilar.

El nuevo hospital se empezó a construir en 1401 y era el resultado de la fusión de cuatro pequeños centros hospitalarios. Dos de ellos dependían del Capítulo Catedralicio: los hospitales de los canónigos Colom i Vilar. Los otros dos lo hacían del Consell de Cent, el consejo de gobierno municipal: el hospital de Marcús y de Desvilar.

Para gestionar el nuevo hospital se decidió crear una nueva institución, con un curioso nombre. La M.I.A. la Muy Ilustre Administración se fundó con ese objetivo y estava integrada por dos canónigos y dos consejeros de la ciudad.

Aquél mismo año se amplió con la incorporación del antiguo hospital de leprosos, el de San Lázaro y el hospital de Santa Eulalia, que hacía las funciones de Casa de Convalescencia.

¿Sanidad pública en el siglo XV?

El nuevo hospital tenía una capacidad de 500 camas. Daba atención médica, pero también asistencial, a cualquier tipo de personas, ya fuesen ciudadanos, viajeros, peregrinos o gente sin techo, DE FORMA GRATUITA.

Los hospitales medievales funcionaban con dinero procedente de la caridad, de las limosnas, de legados testamentarios y del trabajo voluntario de hermandades y cofradías religiosas.

Pero, no sólo así se financiaba el hospital

A menudo los ingresos por estas vías no eran suficientes. Así que los hospitales disponían de una serie de privilegios otorgados por las autoridades que les permitían conseguir las rentas necesarias.

Uno de los privilegios de los que disfrutaba el Hospital de la Santa Creu era el que le permitía quedarse con todos los bienes muebles e inmuebles de los fallecidos en el hospital y que no tuviesen descendencia. Así, en pocos años, el hospital se convirtió en el principal propietario de fincas y terrenos en la ciudad.

Pero quizás el más conocido de los privilegios fue el de las comedias. El hospital se reservaba el derecho a la representación de obras de teatro en la ciudad. Las representaciones se hacían en un Corral de Comedias, después convertido en el Teatro Principal.

El antiguo hospital de la Santa Creu funcionó hasta principios del siglo XX. El crecimiento de la ciudad obligó a modernizarlo de nuevo.

Pero eso ya te lo contaremos otro día.