El Park Güell

Las obras de urbanización del Park Güell comenzaron en octubre de 1900. Eusebi Güell, uno de los hombres más influyentes de la Barcelona del momento, encargó a Antoni Gaudí el proyecto de creación de una ciudad-jardín como las que él había visto en el Reino Unido. Eran las utopías del momento.

Así pues, la intención de Gaudí y Güell era de la crear un mundo en harmonía, en sintonía con la naturaleza.

El parque, de 17 hectáreas, tenía que quedar dividido en 60 parcelas, aunque según el proyecto de Gaudí se podían hacer casi 80, todas ellas con un jardín de casi 1.300 m2.

Respeto a la naturaleza en el 1900

Una de las condiciones exigidas por el proyecto era el respeto por la naturaleza ya existente. En la Montaña Pelada había muchos algarrobos y olivos. Por eso, si los propietarios de las casas decidían arrancar o talar un árbol, tendrían que pagar una multa de 50 pesetas. En aquel tiempo, esta cantidad era el equivalente al sueldo de un obrero durante dos semanas.

Las casa no podían tapar las vistas al mar de las vecinas y aunque cada familia podía elegir el arquitecto que tenía que construirlas, el señor Güell tenía que supervisar todos los planos para que todo se adaptase al proyecto global.

Del sueño al fracaso

Desgraciadamente para el señor Güell, el proyecto del parque no tuvo éxito. De las parcelas que Gaudí havía diseñado sólo se llegó a vender una. La única familia de Barcelona que apostó por el Park Güell fue la familia Trias.

A menudo se ha buscado la razón de aquel fracaso. Pero en realidad fueron varios los motivos por los que el proyecto no funcionó. Lo cierto es que, gracias al fracaso, hoy en día todos nosotros podemos pasear por el Park Güell. En cambio, si hubiera tenido éxito, seguramente seguiría siendo una zona privada y de acceso restringido.

Porque, de hecho, Güell y Gaudí querían que el Park Güell fuese inaccesible al público. Querían que el parque fuese una especie de isla cerrada y separada de la ciudad. Fue por esa razón que, a pesar de la distancia que lo separaba del centro de Barcelona, no quisieron que los tranvías llegarán hasta allí.

Entre los visitantes actuales, quizás lo que más llama la atención dentro del Park Güell sean los símbolos que se encuentran representados. Numerosos animales y signos míticos decoran los espacios. Entre ellos destacan las casas de la entrada que recuerdan las de los cuentos de hadas; el color rojo y el blanco nos hacen pensar en la armada fenicia que debería conducirnos a Utopía, donde solo puede llegarse navegando; las tres cruces del Calvario sobre la colina o la famosa salamandra, que también aparece representada en el escudo de la ciudad francesa de Nîmes, donde Eusebio Güell vivió durante un tiempo.

¿Quiere saber más del Park Güell?

Si quiere saber más sobre el Park Güell, le proponemos nuestra visita sobre el modernismo burgués. Si quiere conocer otras obras de Gaudí, de una ojeada a las opciones que le presentamos entre nuestras visitas de Barcelona y si ya conoce algunas de ellas y quiere visitar otros edificios de Gaudí como la Pedrera, el Palau Güell, la Casa Batlló, la Casa Vicens o la Colonia Güell, contacte con nosotros y le prepararemos una propuesta a su medida.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.