Aqueducte de Barcino

El acueducto de Barcelona

En 1938 Barcelona sufrió numerosos bombardeos y muchas áreas de la ciudad quedaron gravemente afectadas. Una vez terminada la Guerra Civil, durante los años 40, empezó la reestructuración de los alrededores de la catedral con intención de abrir una gran avenida. Las intervenciones de 1957 permitieron descubrir los cimientos del ...

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El acueducto de Barcelona

En 1938 Barcelona sufrió numerosos bombardeos y muchas áreas de la ciudad quedaron gravemente afectadas. Una vez terminada la Guerra Civil, durante los años 40, empezó la reestructuración de los alrededores de la catedral con intención de abrir una gran avenida.

Las intervenciones de 1957 permitieron descubrir los cimientos del acueducto que había habido a la entrada de Barcino; eran los restos de 5 pilares que sostenían conducciones paralelas. Este descubrimiento hizo que, en 1958, se reconstruyeran, sobre sus restos, dos de los arcos del antiguo acueducto.

Agua corriente en Barcino

El acueducto de Barcino se dividía en 2 partes a su llegada a las murallas de la ciudad. El objetivo de esta división era reducir la velocidad del agua, ya que la inclinación de un centímetro por metro hacía que llegase con demasiada potencia. A pesar de esta división, el agua aún tenía suficiente fuerza como para abastecer a las termas portuarias, situadas al otro lado de la ciudad.

En el interior de la Casa del Ardíaca se pueden ver las entrada de los dos ramales del acueducto. Gracias a esa bifurcación, una parte del agua iba hacia el norte de la ciudad, donde se situaba el área industrial, y el resto lo hacía hacia el sur, donde se encontraban las domus más importantes, que disponían de agua corriente en su interior.

Durante años esta división hizo pensar que existieron de dos acueductos para abastecer a Barcino: uno que traería agua del río Besós desde Montcada y el otro que la haría llegar desde la Sierra de Collserola. Sin embargo, los estudios realizados a lo largo de los últimos años han hecho descartar esta hipótesis ya que no se han encontrado restos del agua de Collserola. Ésta es tan calcificada que habría obstruido alguna parte de las canalizaciones y hubiera dejado restos que no, por el contrario, no existen.

Nuevos usos del acueducto

Aunque el acueducto dejó de ser utilizado en el siglo VI, no fue destruido hasta años más tardes, seguramente durante el sitio al que los francos sometieron a Barcelona en el año 801.

Algunos siglos después, y debido al crecimiento de nuevos barrios fuera de la muralla romana, en esta zona se originó la llamada Vilanova dels Arcs, un nuevo barrio cuyo nombre recordaba los restos del acueducto que quedaron integrados en los nuevos edificios.

Estos restos aún hoy en día continúan dandonos algunas sorpresas. Es el caso de la demolición de un edificio en la calle Duran i Bas en 1988, que dejó a la luz nuevos arcos del acueducto que habían sido utilizados como pared de separación con el edificio colindante y que pueden verse en la actual Plaza 8 de marzo. Pero es muy posible que queden también más vestigios en otros edificios de la zona.

Si quiere seguir las huellas del acueducto romano de Barcino y saber un poco más sobre su uso y su importancia, no se pierda nuestro paseo por la Barcelona romana.

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