El salón del Tinell fue durante siglos el salón del trono del principal palacio que los reyes de la Corona de Aragón tuvieron en Barcelona, el Palacio Real Mayor.
De todos los espacios medievales que formaron parte del palacio solo se conservan la Capilla Palatina dedicada a Santa Ágata, una de las primeras muestras del gótico catalán, y el magnífico salón del Trono, el Salón del Tinell, ambos integrados en el Museo de Historia de Barcelona, el MUHBA.
El salón del trono de los reyes de la corona de Aragón
El salón del Tinell fue el espacio en el que los condes de Barcelona y los reyes de Aragón recibieron visitantes importantes a lo largo de los siglos.
Parece que el nombre de tinell deriva de uno de los muebles en que se guardaba la vajilla más lujosa, la que se utilizaba cuando había invitados especiales. Las paredes estaban pintadas con frescos y cubiertas con tapices.
Aunque la sala que vemos hoy es del siglo XIV, el espacio original data del siglo XI y tenía muchas columnas que apoyaban los arcos superiores.
Un palacio más grande para una monarquía más poderosa
El siglo XIV fue el de mayor esplendor de La Corona. Por ese motivo, se decidió modernizar el Salón del Tinell, construyéndose un único espacio, mucho más amplio y diáfano. Para ello, se tuvieron que reforzar las paredes que tenían que soportar la presión de los grandes arcos de diafragma. Por este motivo se cubrieron también los anteriores ventanales románicos, que aun se pueden apreciar entre los grandes contrafuertes que se añadieron en el exterior.
La construcción de estos grandes arcos que debían sostener el Salón del Tinell fue tan arriesgada que el rey Pedro el Ceremonioso, decidió consultar a los astrólogos sobre el inicio de la obra.
También hubieron otros problemas; las dos paredes laterales no eran del todo paralelas; por tanto, se hizo una pared para cubrir una de las paredes y hacerlas completamente paralelas. Pero los frescos de este muro, que explicaban la conquista de Valencia, quedaron ocultos y no se redescubrieron hasta la Guerra Civil española.

Nuevos tiempos y nuevos usos para el Salón del Tinell
Tras la unión de Fernando de Aragón con Isabel de Castilla, la presencia del rey en Barcelona fue menguando y el Salón del Tinell fue adquiriendo nuevos usos, algunos bastante alejados de la fastuosidad que había visto durante los siglos anteriores. Así, en los siglos XVI y XVII se convirtió en el escenario de los famosos Autos de Fe de la Inquisición española. Tanta gente ha sido condenada aquí.
Tiempo después, una vez acabada la Guerra de Sucesión, en el siglo XVIII, sus paredes albergaron una comunidad de monjas, cuyo convento había sido destruido durante el asedio de las tropas borbónicas de Felipe V que finalizó el 11 de septiembre de 1714.
Desde la década de los 40, la restauración gradual de algunas partes del antiguo palacio y la renovación de la Plaza del Rey permitieron la creación del museo de historia de la ciudad, el MUHBA. Esos mismos trabajos permitieron descubrir los vestigios de Barcino, la ciudad romana fundada en el siglo I aC y que fue el origen de la actual Barcelona.